Banco Santander
Hasta 1% de devolución en compras, 0€ comisión de emisión y mantenimiento, modalidad flexible de pago y alta seguridad en tus compras.
La Tarjeta Crédito Santander es una opción destacada entre las tarjetas de crédito del mercado español, pensada para quienes valoran la optimización de sus gastos diarios. Destaca por su devolución del 1% durante el primer año, lo que puede traducirse en un ahorro significativo. No tiene comisión de emisión ni mantenimiento, y ofrece una flexibilidad inusual en la forma de pago: total mensual o pago aplazado (con TIN desde el 18% y TAE 19,56%). Además, cuenta con un seguro de accidentes incluido hasta 120.000 euros y protección antifraude. El límite de crédito suele ajustarse a la solvencia del cliente, variando según el perfil.
Cómo solicitar la Tarjeta Crédito Santander: paso a paso
- Accede a la página oficial del Banco Santander
- Elige la Tarjeta Crédito Santander y crea tu usuario
- Rellena el formulario con tus datos personales y financieros
- Adjunta la documentación solicitada (DNI, justificante de ingresos)
- Acepta las condiciones y espera la aprobación del banco
Ventajas principales
La devolución del 1% en todas las compras durante el primer año es un gran atractivo, con un reembolso mensual de hasta 10€ y anual de hasta 120€. Asimismo, el hecho de no cobrar comisión de emisión ni mantenimiento te permite ahorrar más cada mes. Además, la flexibilidad de pago resulta muy cómoda, permitiéndote elegir entre varias formas de abono del saldo pendiente, según tus necesidades puntuales.
Inconvenientes
Aunque el pago aplazado ofrece flexibilidad, la TAE del 19,56% puede ser elevada si decides financiar tus compras durante mucho tiempo. También, el acceso a ciertos beneficios y promociones puede estar limitado a clientes con cuentas concretas o al contratar servicios adicionales, como Santander Premia o el Plan Iberia Club.
Veredicto final
La Tarjeta Crédito Santander resulta ideal para quienes buscan eficiencia y recompensas inmediatas sin asumir costes fijos. Es especialmente recomendable para quienes priorizan la seguridad en compras, la gestión personalizada del gasto y la ausencia de comisiones. Sin embargo, recuerda valorar tu capacidad de pago antes de elegir la modalidad “revolving” debido a su coste.